¿Nos estamos acercando a la singularidad
económica? Información, tecnología y el futuro del crecimiento económico.
William D. Nordhaus
Septiembre 2015
Síntesis de ideas
La concepción de Nordhaus al realizar esta
investigación es, en cierto modo, predecir si el crecimiento económico está
destinado hacia una estanflación y como el desarrollo y aplicación económica
(Singularidad) de la inteligencia artificial (IA) podría catapultar el
crecimiento económico a niveles nunca antes vistos. Para identificar si lo
anterior es posible, el autor realiza distintos tests, tanto del lado de la
demanda como de la oferta para probar su veracidad y estimar el momento en el
cual esto podría suceder.
Una manera de medir la “Singularidad” es a través de
la productividad de los instrumentos tecnológicos (una proxy de esta medida es
el costo del cómputo por segundo comparado al nivel de precios). Se estima que,
la capacidad de cómputo artificial alcanzará a los niveles humanos en 2017. A
partir de estas suposiciones, el autor propone que a medida que el progreso
tecnológico aumente junto a la productividad, el porcentaje del capital como
factor de producción aumentará hasta prácticamente desaparecer el factor de
trabajo humano, mientras que su precio relativo disminuirá.
En principio, el análisis de la demanda deja claro que
el progreso tecnológico no implica crecimiento, ya que, la economía
todavía necesita de recursos que son escasos. Sin embargo, a medida que la
elasticidad de sustitución de información por los recursos escasos en consumo
de productos de sectores de alta productividad sea mayor, la influencia de la
tecnología en la productividad (caída en precios relativos) y el crecimiento
será elevada (Baumol’s cost euphoria). Sin embargo, empíricamente Nordhaus
concluye que, por lo menos en EE.UU, la mayor cantidad de producto consumido
tiene un sesgo hacia los sectores menos productivos (Baumol’s cost disease).
Por el lado de la oferta utiliza un modelo simple con
dos factores. Un producto, donde L (trabajo) tiene una productividad baja
semi-constante, mientras que K (capital) tiende a aumentar su productividad;
por consiguiente, a medida que la elasticidad de sustitución en la producción
sea mayor a la unidad, el porcentaje de participación del capital en el
producto tenderá a aumentar. Es intuitivo que, a medida que la elasticidad sea
mayor, el escenario de Singularidad es más probable y el factor de capital
tiende a ser considerado como “capital de información”. Bajo estas
suposiciones, el resultado es impresionante, ya que estima que la Singularidad
se alcanzará en torno a 80 años, siendo el capital (o capital de información)
dominante casi absoluto en las funciones de producción, sin embargo, al
existir un nivel de producción tan elevado, el aumento en los salarios será
casi proporcional al aumento del producto (L tendrá una participación mínima en
un producto casi infinito).
En adición, Nordhaus realiza 6 tests del lado de la oferta
para probar la factibilidad de la teoría. De dichas pruebas, solo dos
obtuvieron resultados positivos, concluyendo que de mantenerse el
comportamiento actual, la singularidad se alcanzaría en aproximadamente 100
años, curiosamente ambos casos se refieren al porcentaje de participación del
capital (tradicional y/o información) en la economía.
En conclusión, se puede decir que a pesar de no ser un
escenario cercano, es posible predecir el comportamiento lineal de la economía
en esa situación. El mayor efecto se centra en la participación del capital en
la economía y la retribución de los salarios, así como la caída en los precios
relativos de los bienes intensivos en capital (sector productivo). También, se
estima que la mano de obra no calificada estará destinada a la desaparición o
al desempleo, mientras que la calificada al pleno empleo y alta remuneración
del salario (aunque existe cierta ambigüedad, dependiendo en aspectos más
difíciles de estimar como el comportamiento autónomo de la IA).
¿Nos estamos acercando a la singularidad
económica? Información, tecnología y el futuro del crecimiento económico.
William D. Nordhaus
Septiembre 2015
Síntesis de ideas
La concepción de Nordhaus al realizar esta
investigación es, en cierto modo, predecir si el crecimiento económico está
destinado hacia una estanflación y como el desarrollo y aplicación económica
(Singularidad) de la inteligencia artificial (IA) podría catapultar el
crecimiento económico a niveles nunca antes vistos. Para identificar si lo
anterior es posible, el autor realiza distintos tests, tanto del lado de la
demanda como de la oferta para probar su veracidad y estimar el momento en el
cual esto podría suceder.
Una manera de medir la “Singularidad” es a través de
la productividad de los instrumentos tecnológicos (una proxy de esta medida es
el costo del cómputo por segundo comparado al nivel de precios). Se estima que,
la capacidad de cómputo artificial alcanzará a los niveles humanos en 2017. A
partir de estas suposiciones, el autor propone que a medida que el progreso
tecnológico aumente junto a la productividad, el porcentaje del capital como
factor de producción aumentará hasta prácticamente desaparecer el factor de
trabajo humano, mientras que su precio relativo disminuirá.
En principio, el análisis de la demanda deja claro que
el progreso tecnológico no implica crecimiento, ya que, la economía
todavía necesita de recursos que son escasos. Sin embargo, a medida que la
elasticidad de sustitución de información por los recursos escasos en consumo
de productos de sectores de alta productividad sea mayor, la influencia de la
tecnología en la productividad (caída en precios relativos) y el crecimiento
será elevada (Baumol’s cost euphoria). Sin embargo, empíricamente Nordhaus
concluye que, por lo menos en EE.UU, la mayor cantidad de producto consumido
tiene un sesgo hacia los sectores menos productivos (Baumol’s cost disease).
Por el lado de la oferta utiliza un modelo simple con
dos factores. Un producto, donde L (trabajo) tiene una productividad baja
semi-constante, mientras que K (capital) tiende a aumentar su productividad;
por consiguiente, a medida que la elasticidad de sustitución en la producción
sea mayor a la unidad, el porcentaje de participación del capital en el
producto tenderá a aumentar. Es intuitivo que, a medida que la elasticidad sea
mayor, el escenario de Singularidad es más probable y el factor de capital
tiende a ser considerado como “capital de información”. Bajo estas
suposiciones, el resultado es impresionante, ya que estima que la Singularidad
se alcanzará en torno a 80 años, siendo el capital (o capital de información)
dominante casi absoluto en las funciones de producción, sin embargo, al
existir un nivel de producción tan elevado, el aumento en los salarios será
casi proporcional al aumento del producto (L tendrá una participación mínima en
un producto casi infinito).
En adición, Nordhaus realiza 6 tests del lado de la oferta
para probar la factibilidad de la teoría. De dichas pruebas, solo dos
obtuvieron resultados positivos, concluyendo que de mantenerse el
comportamiento actual, la singularidad se alcanzaría en aproximadamente 100
años, curiosamente ambos casos se refieren al porcentaje de participación del
capital (tradicional y/o información) en la economía.
En conclusión, se puede decir que a pesar de no ser un
escenario cercano, es posible predecir el comportamiento lineal de la economía
en esa situación. El mayor efecto se centra en la participación del capital en
la economía y la retribución de los salarios, así como la caída en los precios
relativos de los bienes intensivos en capital (sector productivo). También, se
estima que la mano de obra no calificada estará destinada a la desaparición o
al desempleo, mientras que la calificada al pleno empleo y alta remuneración
del salario (aunque existe cierta ambigüedad, dependiendo en aspectos más
difíciles de estimar como el comportamiento autónomo de la IA).
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